El Pecado Es Personal: Cena y Oración Familiar, Sem 4

“En el nombre del Padre, y del Hijo…”

Leer:

Por tu inmensa compasión y misericordia, Señor, apiádate de mí olvida mis ofensas. Lávame bien de todos mis delitos y purifícame de mis pecados.

Salmo 51,3.4

La semana pasada, oramos sobre las muchas formas en que el pecado ha arruinado la buena Creación de Dios. Esta semana recordamos que el pecado es personal. Todos nosotros hemos pecado. El pecado no solo rompe nuestra amistad con Dios, sino que hiere a los que nos rodean, especialmente a las personas que más amamos.

Conversar:

Habla de un momento en el que te sentiste mal por hacer algo que sabías que estaba mal. ¿Por qué estuvo mal? ¿Quién resultó herido por eso? (Padres, ahora es un buen momento para estar abiertos. Sus hijos seguirán su ejemplo. Puede ayudar a los niños saber que sus padres también luchan).

“Padre nuestro, que estás en el cielo…”